Concurso literario

2022

En 2022, con el fin de impulsar la primera versión del Mes de la Diosa, anunciamos la 1ª Edición del Concurso Literario Relatos de Tanit con el objetivo de incentivar a la comunidad a la escritura creativa, y fomentar el interés por el patrimonio cultural-espiritual con el que cuenta la isla de Ibiza. Los premios para el relato ganador y para las dos menciones honrosas, elegidas por un jurado encabezado por la escritora ibicenca Elena Llorente, fueron tres capazos repletos de regalos donados por diferentes artistas, artesanos, terapeutas, comerciantes y empresarios de la isla. El relato ganador fue El regazo de Tanit, de Marta Blanco Fernández, una profesora de Lengua y Literatura residente en Alicante, doctorada en Estudios Interdisciplinares de Género y Licenciada en Filología Hispánica.

Aquí compartimos el relato ganador:

  • Isla de Ibiza, año 215 antes de nuestra era.

    -¡Himilce! ¡Himilce!

    La anciana apenas oía las voces que pronunciaban su nombre, preocupadas. En la fresca penumbra que reinaba en todo el interior de la casa, cuando entreabría los ojos, sólo veía sombras moviéndose en torno a ella. Sabía que eran las mujeres de su familia quienes se acercaban al camastro y trajinaban con paños húmedos y bebidas calientes.

    “A qué tanto jaleo, niñas, mis huesos están cansados, mis pies han caminado mucho, mis ojos vieron lo que tenían que ver, a qué tanto jaleo, si pronto estaré entre los brazos de Madre “

    La vieja Himilce se entregó al sopor de las fiebres, y su espíritu abandonó la casa para sumergirse en los recuerdos. Nunca tuvo una madre terrenal, o, al menos, nunca la recordó, pues apenas tienen memoria los bebés que no han nacido y ella sólo pudo conocerla las lunas que vivió en su vientre. Pero de ella había heredado su fuerte carácter y su voz melodiosa, o eso solían repetirle su padre, sus tías y todo el poblado. Si algo le pesó a Himilce la ausencia de una madre, ese pesar se desvaneció la mañana en que por vez primera subió caminando al Santuario, cuando apenas había vivido cinco primaveras.

    Tantas estaciones han pasado y lo recuerdo como si fuera ayer. Mi piel se ha arrugado, mis ojos ven desde detrás de un velo blanco, mis manos apenas tienen fuerza para sujetar un pequeño canasto, pero mi corazón, ay mi corazón, palpita como aquella mañana en La Sagrada Cueva.

    Recuerda las pequeñas flores azules en su pelo y en su túnica, y el sabor de la miel de romero que llevaron de ofrenda a la Diosa, Madre del mar azul, Madre del cielo inmenso, Madre de todas las criaturas, Tanit, la poderosa.

    Después de la caminata desde el poblado y, al adentrase en el templo y tocar sus paredes rugosas, Himilce sintió una especie de vértigo que subía desde sus pequeños pies hasta la boca del estómago y que le nublaba la visión. Caminó entre la gente, con dificultad intentó no cerrar los ojos, pero finalmente su cuerpo se tambaleó y se desplomó en el suelo.

    Cuando pudo incorporarse, se dio cuenta de que se había quedado sola en el interior, en una de las salas subterráneas. Su corazón se inquietó como un pajarillo asustado, pero, en vez de llorar, cerró los ojos con fuerza y del fondo de su ser brotó una certeza: Madre Tanit me cuida.

    Sólo en el momento en que su respiración recuperó la serenidad, se atrevió a mirar: allá en el fondo, en una pequeña gruta apenas iluminada por las antorchas estaba Ella: hermosa, sonriente, con los brazos abiertos de par en par, y una presencia amorosa que todo lo impregnaba.

    Se lanzó a sus brazos, inmensos y cálidos, y en su regazo, arropada por su manto alado, con las manitas aferradas a su cuello, sus infantiles ojos se volvieron sabios, pues todo lo vieron: la infinitud de los senderos estrellados que surcan el cielo en la noche, la vida primigenia que habita en los mares, la misteriosa red que une a todos los seres, las formas, los patrones, las texturas, los colores, las esencias ... todo.

    En el divino regazo se rindió y un sueño plácido nubló su conciencia.

    Al abrir los ojos sintió que llevaba durmiendo mucho tiempo. Se vio tumbada en el suelo con las cabezas de sus familiares inclinadas sobre ella. La pequeña Himilce relató lo que había vivido y a, partir de ese día, comenzaron a llamarla “Bendecida por la Diosa”.

    Muchas estaciones habían pasado desde entonces y nunca más su amada Tanit se manifestó de aquella forma, aunque no hizo falta, pues siempre supo que era parte de algo mucho más grande, un engranaje perfecto en el que todos los seres tenían un lugar, un espacio, una cabida. Sólo una vez se resquebrajó aquella certeza: cuando su pequeña Adama falleció de unas fiebres con apenas tres lunas de vida. Si todos teníamos un lugar ¿Por qué se iba Adama? ¿A dónde iba? Su corazón se rompió alsepararse y depositar aquel pequeño cuerpo, extensión del suyo propio, en la Cueva. Pero nunca dudó de Ella, eso ¡jamás!: Madre Tanit te cuidará, como me cuidó a mí. Y la dejó allá arriba. Allí estarán aún sus huesecitos. Tu espíritu perfecto está con Madre, esperándome junto a Ella.

    Durante tres meses apenas probó bocado, hasta que su lastimado corazón se recompuso, y llegaron nuevos hijos que alegraron su camino, y esos hijos a su vez trajeron al mundo nuevas criaturas que nunca la dejaron sola.

    La vida de Himilce, aquella niña bendecida por la Diosa, fue dulce y tranquila y, cuando llegó su hora, una gran sonrisa iluminó su rostro.

    Las mujeres que fueron a atenderla la mañana en que su espíritu partió contaron, durante muchos años, que había regresado a aquel lugar al que viajó cuando era niña: el regazo inmenso de Tanit.

2024

Este año, volvemos a anunciar la 2ª edición del Concurso Literario Relatos de Tanit. Invitamos a todos aquellos, tanto de Ibiza como de fuera de ella, que deseen incursionar en la escritura creativa para escribir un relato real o ficticio sobre la Diosa Tanit. Se premiará un relato ganador y dos menciones honrosas. El primer premio será una estadía en el Agroturismo Consciente Casa Morna para dos personas, un desayuno propuesto y un masaje corporal. El jurado estará presidido por Elena Llorente, la galardonada escritora ibicenca, que escribió Un cuento de hadas, novela reconocida con una mención de honor en los International Latino Book Awards de 2022, y lleva publicados tres volúmenes de la saga de las divertidas aventuras que se sitúan en Ibiza: Una de cal y otra de karma, Soltera y satisfecha y También te puede pasar a ti. Eva Mª Ríos, licenciada en filología inglesa, traductora, correctora y redactora de contenidos. Marta Blanco, catedrática de lengua y literatura en educación secundaria, Doctora en estudios interdisciplinares de género por la Universidad de Alicante escritora y catedrática de La Diosa entre los que destacan De la Gran Madre a la Teología, Espiriualidades Feministas y Divina Ancestra una historia sorbe lo femenino y lo sagrado. Además Marta fue la ganadora de la 1ª Edición del Concurso Literario Relatos de Tanit. Ramón Mayol, promotor cultural, editor de Melqart Media, escritor y autor del libro Vintidotze, de la novela Ibiza Estrellada. Una novela orgánica, Animalia. Una faula massa real y de Ofertes a l’interior i altres relates. Forma parte del dúo musical Mon&Marcel y es director de cortometrajes y de documentales audiovisuales.